Bricomanía en casa de la ía

Bricomanía en casa de la ía

Muy a menudo tengo ideas que me entusiasmaría hacer, pero que se quedan atrás, por falta de tiempo, ánimo, energía… O por simple pereza, que como ya dijo Buda, es el peor de los pecados.

Sin embargo, esta idea cuajó y tuvimos una sesión de bricomanía en casa de la Ïa. Y mira que era una tarea laboriosa, pero esta vez tuve el empuje de alguien que me tendió su mano y se ofreció a compartir este proyecto y ha hacerlo suyo propio. Planificamos todo juntas e hicimos todo juntas. Si no hubiese sido por mi pequeña planetaria yo sola nunca me hubiera animado del todo.

Bueno, por la pequeña planetaria y algún que otro crack que se ofreció a dejarse la espalda, las rodillas, y los pulmones, en preparar nuestra pequeña mesa antigua de cortijo de campo para su restauración. (Por lo cual les estaré eternamente agradecida).

Bricomanía en casa de la ía

Pero no solo hubo sufrimientos al principio…no. Como cabía esperar, un proyecto que requiere dejar pasar uno o dos días entre una fase y otra, a no ser que uno esté de vacaciones o en paro, al final acaba convirtiéndose en el cuento de nunca acabar… Una capa de pintura un día, otra capa de otro color otro día, ahora las patas de otro color…y entre medias las ventanas de la casa abiertas para no asfixiarnos con los petroefluvios de las pinturas y los barnices.

Hasta que de pronto, un día, te das cuenta de que en realidad ya has acabado.

De que la última capa de barniz (de yates, porque pedí uno que resistiera las jarras de cerveza fría y las tazas de té caliente directamente sobre la mesa) se la diste hace más de una semana y de que si sigues teniendo el salón empantanado. De que si está lleno de periódicos por el suelo que acumulan mierda y con una mesa en medio que apenas te deja pasar, es porque uno se acostumbra a vivir de cualquier manera, y de repente la inercia es tan fuerte que es más sencillo seguir viviendo así.

Sencillamente poner los muebles de vuelta en su sitio, tirar los papeles de periódico, barrer, ¡y volver a tener un salón!

Pero por fin, ya está hecho. ¡Y ahora solo queda que empecéis a venir a disfrutarlo!

¡Suscríbete al blog! (GRATIS)

¿Te gusta El Caldero Viajero?
Recibe gratis en tu correo recetas sanas y sencillas y relatos de inspiración viajera.

Únete a otros 1.161 suscriptores

6 Comments

  1. ¡Ha quedado preciosa! Estoy deseando ir a verla en vivo.
    A ver si haces una fiesta de inauguración 🙂

  2. Fiestaka con Shawarmas!!!!! me apunto!

  3. Preciosa

  4. ¡Y la mesa preciosa también! 😉

  5. Me gusta lo de la fiesta de inauguración ;-P Que para mí esa mesa tiene algo de personal y me encanta verla así transformada.

¿Tienes alguna pregunta o sugerencia? ¿Te apetece aportar algo de tu experiencia? ¡Déjame un comentario!