Algo no iba bien.
Y no se trataba solo del cansancio acumulado tras varios días de viaje de regreso a casa. El ascenso por la colina la había dejado un poco sin aliento, pero no lo suficiente como para provocarle alucinaciones.
Algo no iba bien.
Y no se trataba solo del cansancio acumulado tras varios días de viaje de regreso a casa. El ascenso por la colina la había dejado un poco sin aliento, pero no lo suficiente como para provocarle alucinaciones.