¿Puede haber algo más tradicionalmente típico en la gastronomía española que un buen plato de papas a lo pobre con huevos fritos, o como guarnición de un plato de carne o pescado?
No solo es un plato económico y nutritivo, y que combina con casi todo, sino que además ¡está buenísimo!
El curioso sobrenombre de “a lo pobre” viene probablemente del hecho de que se utiliza mucho menos aceite para prepararlas que para las patatas fritas. El fuego bajo y la olla tapada ayudan a que el tubérculo se cocine y adquiera esa textura tan característica.
En este caso no le he puesto ajos, pero se puede añadir a la receta tres o cuatro dientes de ajo cortados en trozos grandes e incorporados a la vez que la cebolla.
Me encantan este tipo de recetas con ingredientes humildes que consiguen platos maravillosos, como por ejemplo también las patatas a la importancia.
Ingredientes: (2 personas)
- 3 o 4 patatas medianas
- 1 cebolla
- 2 o 3 pimientos verdes
- aceite de oliva
- sal
Elaboración de las patatas a lo pobre con pimientos:
En primer lugar, mondamos y lavamos las patatas.
Limpiamos los pimientos y les quitamos las pepitas internas. Cortamos la cebolla y los pimientos en tiras largas.
En una sartén o cazuela ancha ponemos a freír los pimientos a fuego medio, con un poco de sal en aproximadamente medio dedo de aceite de oliva.
Cuando empiecen a estar tiernos incorporamos la cebolla (y si vamos a usar, también los ajos) y dejamos que se poche también con la olla tapada.
Mientras se hacen las verduras, cortamos las patatas en ruedas de aproximadamente 4 o 5 milímetros. Con esto se consigue que las patatas se cuezan con facilidad pero no se deshagan al removerlas.
Una vez cortadas, las incorporamos a la cazuela, removemos y tapamos. Dejamos cocinar a fuego lento removiendo con cuidado cada 4 o 5 minutos hasta que las patatas estén doradas y tiernas.
¡Y ya tenemos listas nuestras patatas a lo pobre con pimientos!
Un huevo frito al lado y serán un plato único de pobre, ¡pero más que rico! Y si ese día toca ir de ricos, pues serán un acompañamiento nada “pobre” a cualquier carne o pescado…¿Qué tal con unas chuletillas de cordero? Hmmmm…
¡Que aproveche, Calderer@s!
Que requetebuenas están las papas a lo pobre
¡Amén!
Si las patatas ya tenían buena pinta, con las chuletillas me has acabado de matar, y sobre todo a esta hora.
Jajajjaja La verdad es que fue un estreno de plancha por todo lo alto, jajaja ¡Un abrazo, Alberto!
Son las más mejores. Patatas, pimientos y un buen aceite… no hay nada más rico, humilde y sencillo que esto!
¡Si es que al final, en la vida, menos es más! Beso, guapa!!
¿Habrá algo mas rico que unas patatas a lo pobre?
Enhorabuena, casi siempre en lo mas sencillo está lo mejor.
¡Estoy contigo! Muchas veces en la sencillez está la grandeza. ¡Gracias por pasar!
Deliciosas!
¡Sí! por si solas o como acompañamiento, son siempre una alegría.
Un plato muy rico, me encanta ñam ñam
¡Gracias Maribel!
Me encantanlas papas a lo pobre… y con mis “güevos” de corral… ni te cuento!!!
saluditosssssssssssssssss
Oooh ¡qué guay! Nosotros antes teníamos gallinas (de nuestro casero) pero nos cansamos de que nos las robaran cada dos por tres. La última vez, se llevaron también el gallo, y yo no hemos vuelto a comprar. ¡Pero se echan de menos los huevitos tan fresquitos!
Por lo que veo en el comentario anterior has sido afortunada propietaria de… gallinas! envidia me da. Medio país suspira por comerse un huevo frito recién puesto, que maravilla. Lástima que las mangasen!
En cuanto a las patatas, molan mil, y claro dices que a lo pobre pero ahí al final se ven unas costillitas de cordero que… Jopeti, así sí y sí!
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