¡Saludos, Calderer@s!
Mientras leéis estas lineas, yo estaré dando un paseo por algún parque nacional en alguna isla en medio del mar, pero no preocuparse, que wordpress se encarga de publicar la entrada él solito, (o al menos, ¡eso espero!).
Ya os contaré nuestra escapada semanasantera en sucesivos post viajeros, pero de momento…¡vamos con #elasaltablogs!
A estas alturas dudo que alguien no sepa de qué va este reto, pero por si acaso, podéis leer de qué va la historia en el blog de Conchi, Gastroandalusí.
Este mes le tocaba el turno a Iratxe del blog Gallecookies, donde, como os podéis imaginar por el nombre, no ha sido nada fácil encontrar una receta salada, pues aquello es el paraíso para los dulceros: cupcakes, pastelitos, bombones, galletas, tartas, bizcochos, brownies…¡todo dulce!
¿TODO? No. Todo no. Después de tanto tiempo vamos cogiendo experiencia en esto del asalto bloguero, y no hay receta salada que se nos escape. Como por ejemplo, éstas increíbles magdalenas de cebolla y queso de cabra que Iratxe había escondido bajo el dulce nombre de “cupcakes”.
Id preparando los hornos, ¡que empezamos!
INGREDIENTES: (para 12 magdalenas)
- 3 huevos
- 100 g de azúcar
- 220 ml de aceite de oliva
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210 g de harina
-
60 ml de leche
-
1 1/2 cucharadita de levadura
-
sal
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media cebolla
-
queso de cabra en rodajas
ELABORACIÓN:
En primer lugar, en un bol profundo batimos los huevos junto con el azúcar enérgicamente. Incorporamos también la leche y el aceite, poco a poco y sin dejar de batir.
Mezclamos la harina, una pizca de sal y la levadura y lo vamos añadiendo en pequeñas cantidades, sin parar de batir con el tenedor para que no salgan grumos hasta que formemos una masa viscosa y homogénea.
Tapamos el bol con esta mezcla y la dejamos reposar en el frigorífico durante al menos 1 hora, para que vaya cogiendo cuerpo. Yo la dejé unas 6 horas, (preparé la mezcla antes de hacer la comida del medio día, y tomamos las magdalenas para la cena), aunque se puede dejar incluso hasta el día siguiente.
Pasado el tiempo de reposo, sacamos nuestro bol del frigorífico, y ponemos el horno a precalentar a 180ºC. Removemos enérgicamente con el tenedor de nuevo para homogeneizar la capa de arriba que habrá quedado más fría.
Mientras se calienta el horno, picamos finamente la cebolla y reservamos la mitad. Con la otra mitad, en una sarten ponemos un poquito de aceite de oliva y pochamos a fuego lento la cebolla a la que podemos poner una pizca de sal.
Cuando tengamos la cebolla doradita, llenamos los moldes de las magdalenas hasta la mitad aproximadamente con la mezcla del frigorífico. Ponemos entonces una rodaja de queso de cabra y una cucharadita de cebolla pochada en cada molde.
Cubrimos los moldes con el resto de mezcla (sin llegar hasta arriba del todo) y coronamos con otra rodaja de queso de cabra y la cebolla cruda que habíamos reservado, para que se haga en el horno y quede bien doradita y crujiente.
Metemos ahora las magdalenas en el horno a 180ºC durante 25 minutos, comprobando durante los últimos 5 que no se nos queman.
Sacamos los moldes, y cuando se puedan manipular, los desmoldamos y dejamos las magdalenas templar sobre una rejilla.
Pero no dejéis que se os enfríen del todo que estas magdalenas están más ricas cuando aún están calentitas. Iratxe en su blog nos recomienda que si nos han sobrado algunas, y las vamos a gastar en otro momento, lo suyo es calentarlas un poquito para en el horno (¡no en el microondas!)
Pues ya tenemos listas nuestras magdalenas de cebolla y queso de cabra. ¡Ahora sólo queda devorarlas! 😀
¡Un placer asaltarte Iratxe!
Que receta mas curiosa… Es como aquellos bizcochos salados que se hacían en los 80 😉
Saludos!!!
Curiosa ¡y sabrosa! Muchas gracias por pasarte AlbertoCN
Ohhhh! Tienen que estar de miedo! 🙂
Síiiii yo estoy deseando volver a hacerlas. ¡Por suerte compré dos rulos! Jejeje
Hola Ïa!
vaya paso a paso tan riguroso. La idea de bocaditos entre dulce y salado puede estar bien para una cena o un aperi, a mi me cuesta un poco visualizar mentalmente un bizcocho salado, lo admito soy excesivamente reglamentista, pero hay que probarlo para hacerse con ideas diferentes.
Oye, tienes CookBooth?, triunfarías con esa app haciendo las fotorecetas!
No, no tengo CookBooth. Es que como no tengo smartphone, y el ipad es del trabajo, la verdad es que estoy muy desconectada, ¡pero investigaré! 🙂 Gracias por pasarte!
MMMM!! Muero de amor! Pero si son dulces! Yo pensaba que eran saladas! En todo caso, qué ricas, me muero por probar magadalenas de queso de cabra y dulces! Las vi en el blog de Iratxe y no les hice mucho caso, pero me lo apunto, que majas!
Un besito
Jejeje en realidad no quedan nada dulces, y el toquecillo de dulce que le da el azúcar en realidad conjuga genial con la cebolla y el queso de cabra. ÑAMÑAM! Un besito!
A mi los bizcochos salados me encantan y en ese tamaño más, te han quedado geniales. Disfruta del paseo. Besos.
La verdad es que de dos bocados te has comido una magdalena, pero si así es más fácil controlarte, porque están tan bueno que si es un bizcocho entero igual me lo como de una sentada, ¡y luego duele el estomagito! Jajajja Un abrazo!
Madre mía que buena pinta tienen!!! Yo la verdad es que estuve apunto de hacer esta receta y tienen que estar riquísimas seguro.
un gran asalto!! un beso,
http://elbauldelasdelicias.blogspot.com.es/
Pues no dejes de hacerla porque Sí que lo están. ¡Otro beso para ti!
Que pasada de magdalenas!! En casa solemos tomar magdalenas cada poco tiempo pero estas saladas son ideales para picar a media mañana y te han quedado fenomenales!
Sí!! Para un brunch o como una cena. De las dos formas quedan fenomenal. Un abrazo!
Creo que mañana a la noche no estaré en casa, estas magdalenas me vienen genial para dejarme algo hecho. Siempre empiezo las magdalenas por el culete, pero en este caso le metería un mordisco tremendo al copete de queso…ummmmmmmmmm.
Besooooooos
¡Anda que no! Cuando te encuentras la rodajita de queso de cabra es una explosión de sabor…¡y lleva dos! 🙂 Gracias por pasar!
Qué buenas!!!! A pesar de que soy muy de dulces, he de confesar que estas magdalenas son de mis favoritas…me encanta el queso! Y el de cabra combinado con la cebolla me requete-encanta!
Ha sido un placer dejarme asaltar 😉
Muás
¡Exactamente! La combinación es PERFECTA, ¡el placer ha sido nuestro! UN BESO!
Estas las vi pero no se porque no elegí la receta, es que había tantas y tan ricas….tienen muy buena pinta,un buen asalto..besos
Jeeje, sí, a mi también me costó elegir, me atraía el pate de zanahoria y nueces mucho también, pero al final me decidí por estas.
Oooooooooooooooooh que buenos… mmm… me encaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaantan!!!!! Si es que a mi lo salado me puede… ñam ñam!!
BEsitos!!
Jejej entonces tú eres de las mias! Otro beso!
Tú sí que sabes!
Te han quedado geniales, yo suelo tener problemas cuando les pongo peso encima, pero a ti te han subido fenomenal!
Disfruta de tu parque natural y de tu isla, guapa!
Sí que subieron bien. La verdad es que me quedaron mejor que cuando hago la otra receta de magdalenas saladas de manzana y paté, pero vamos que las dos está de miedo!!! UN BESAZO!
Exquisitas!!!! Me encantan.
¡Gracias Stelasrdl!
Qué geniales estas magdalenas! Tengo que probarlas…
Buen asalto!
Me ha encantado esta versión salada de las magdalenas… y con queso de cabra, con lo que me gusta ¡Qué ricas tienen que estar!
Besos
Me encanta, que rico guapa
una propuesta estupenda, decantarse por una receta salda este mes era todo un reto añadido!
¡Tienen que estar de muerte!! La mezcla de dulce y salado con ingredientes que me gustan tanto como el queso de cabra y la cebolla me han cautivado. Espero probarlas algún día (porque es una receta muy laboriosa para mí).
Que ricas se ven , me encanta la mezcla es estupenda.
Besos crisylaura.
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