Potaje de garbanzos con espinacas y salchichón de jabalí.

¡Buenas tardes, Calderer@s!

Seguimos buscando recetas que ayuden a nuestros cuerpos a aguantar mejor el frío. Y para ello, ¡qué mejor que un buen potaje de garbanzos! En este caso además añadimos el hierro de las espinacas, y un toquecito proteico con unas rodajas de salchichón de jabalí salvaje. ¡Buenísimo!

Ingredientes: (para 2 personas)

• 250gr de garbanzos (yo he usado ya cocidos)
• 1 atadillo de espinacas frescas
• 1 cebolla pequeña
• 2 dientes de ajo
• 2 patatas pequeñas
• 3 champiñones
• 1 chorreón de vino de cocina
• 2 o 3 rodajas de salchichón de jabalí por persona.
• aceite de oliva
• 1 litro de agua
• pimentón dulce
• sal

Elaboración:

Con paciencia y probablemente helandote las manos de frío bajo el agua del grifo, lavamos a conciencia las hojas de espinaca para quitarles toda la tierra. Cortamos también las bases de los tallos. Las dejamos escurrir y reservamos.

A parte pelamos y lavamos las patatas y las cortamos en cubos de uno o dos centímetros de grosor. En un caldero ponemos unas cucharadas de aceite de oliva y ponemos la patata a dorarse.

Troceamos ahora también los champiñones y el ajo en trozos grandes y la cebolla en tiras. Incorporamos todo a la olla junto con las patatas.

Añadimos ahora también las espinacas que teníamos reservadas. Al principio ocuparán mucho espacio en el caldero, pero poco a poco, al cocinarse, se irán achicando y quedarán muy reducidas. Por último, añadimos también los garbanzos escurridos y enjuagados.

Añadimos ahora al caldero un buen chorreón de vino de cocina, o algún vino que tengamos para gastar y a continuación agua hasta que justo cubra las verduras.

Espolvoreamos el guiso ahora con pimentón dulce al gusto, rectificamos de sal, removemos y tapamos la olla. Dejamos cocinar unos 20 minutos a fuego medio.

Pasado este tiempo, cortamos unas 2 o 3 rodajas de salchichón de jabalí por persona, de aproximadamente medio cm de grosor y a su vez las volvemos a cortar por la mitad. Las incorporamos al caldero. Removemos, subimos el fuego y dejamos cocinar 5 minutos más, removiendo de vez en cuando.

¡Y ya tenemos nuestro potaje listo!

Después del frío que pasamos lavando las espinacas al principio, seguro que ahora nos apetece muchísimo este platito, aunque las manos se nos calentaron hace un rato ya al calor de los fogones. ¡Es una ventaja de la cocina en invierno!

¡Que aproveche!