Chile. Día 1: Toma de contacto con la capital, Santiago de Chile

¡Muy buenas tardes calderer@s!

Aquí estamos de vuelta después de 15 inspiradores días visitando amigos queridos y paseando un poco nuestras mochilas por Chile.

Lo que más hemos disfrutado, el reencuentro, que a pesar de la distancia y del palizón de viaje, ha merecido la pena. Lo que más nos ha impactado, el desierto de Atacama nevado (algo que no pasaba hacía 30 años). Pero vayamos poco a poco porque venimos cargados de volcanes, valles, montañas, desiertos, fauna, flora y como no ¡gastronomía!

Nuestra llegada a Santiago de Chile ocurría casi tres días después de haber echado la llave de nuestra puerta en Granada. 5 horas de autobús hasta Madrid, haciendo noche para ver a la familia; 3 horas de avión hasta París al día siguiente; Una pequeña escala de 1 hora antes de tomar el avión definitivo de 14 horas entre la ciudad de la luz y Santiago de Chile, la ciudad de la nube de smog.

Toma de contacto con Santiago de Chile

De los primeros días no tengo tantas fotos que mostraros. Fueron más días de vivencias, de ir conociendo la cultura y la dinámica de la ciudad. Días de aprender palabras nuevas y flipar con las diferentes costumbres que les resultan al viajero extranjero tan extrañas.

Los grandes mercados del centro de Santiago de Chile

La mañana en que llegamos, nuestros grandísimos anfitriones nos llevaron a pasear por el centro para que conociésemos los grandes mercados de productos frescos de la capital.

Mercado de La Vega

¿Se cultiva en Chile? ¡Entonces se vende en La Vega! ¡Y vaya productos! El olor de las hortalizas y de las frutas era increible, y además vimos productos desconocidos para nosotros como el pepino dulce (una fruta que al principio sabe a melón, y al final a pepino), el choclo (maíz) negro, o de otros colores. También muchísimas variedades de palta (aguacate) y otras frutas y verduras o algas extrañísimas como el cochayuyo.

Mercado Central

También paseamos por el mercado central donde básicamente se vende marisco (o molusco) y pescado fresco. También hay muchos restaurantes de pescado dentro del mercado. Sin embargo, los “relaciones públicas” son TAN pesados, que se te quitan las ganas de comer en ninguno.

La parte positiva del mercado la cantidad de cosas nuevas que vimos (y que más adelante probamos). Por ejemplo, los locos, una especie de lapa gigante que es una delicia, las machas que parecen coquinas gigantes y los choros de zapato (mejillones del tamaño de la palma de la mano). También vimos algún pescado desconocido como la reineta.

Mercado central

locos

pescado fresco en el Mercado Central de Santiago

choros de zapato y machas

Degustar gastronomía Chilena en los mercados

Y llegó la  hora de nuestra primera comida chilena.

En el mercado de La Vega probamos un ceviche de reineta, unos tallarines con lomo y un chupe de marisco, una especie de sopa densa de marisco gratinada con queso. La mayor parte de estos platos son en realidad típicos de la gastronomía Peruana, pero es que la influencia cultural y gastronómica de los dos países es bastante notable. (Aunque la hemos notado más en Chile de Perú, que en Perú la de Chile).

Fue en esta primera comida donde descubrimos lo que más adelante se convertiría en obsesión: el pebre. El pebre es una especie de picadillo con salsa de tomate y aji picante, condimentado con mucho cilantro.  Te lo ponen junto al pan como aperitivo y que suele ser cortesía de la casa, (no te lo cobran aunque pidas más).

Al principio cuesta un poco acostumbrarte al sabor, sobre todo si no te gusta mucho el cilantro. Pero de repente te das cuenta de que no puedes parar de comer pebre y que estás deseando que lo traigan antes de empezar a comer en un restaurante. ¡Tendré que probar a hacerlo casero!

A veces el pebre tiene también merquén en el aliño. Es una especia a la que también nos hemos enganchado, y que es como una especie de pimentón picante con sabor ahumado y que queda bien con casi todo, desde manises tostados a arroz con verduras. ¡Qué bueno!

Relajarse en las cafeterías del centro de Santiago de Chile

Después de tomar todas estas delicias nuestros anfitriones nos llevaron a uno de los lugares que más nos ha gustado de la capital (en términos de locales). Una tetería llamada Leerte y donde puedes pasarte horas y horas con un solo té, ya que te ofrecen hasta tres reinfusiones de manera gratuita.

Además tienen una repostería casera buenísima, y unos almuerzos bastante económicos para la cantidad y la calidad que ofrecen. Si vais a Santiago de Chile es un lugar perfecto para olvidarse del ruido y la contaminación que reina en la ciudad y relajarse durante horas leyendo, charlando o…¡planeando un viaje y comprando vuelos! puesto que ofrecen wifi gratis a sus clientes.

Después de esto volvimos a casa para quitarnos el jet-lag a base de pisco y nuevas amistades, con una fiesta de inauguración del recién estrenado departamento de nuestros anfitriones.

¡Increíble que allí nos encontramos gente del pueblito donde yo trabajo, o que conocen a mi familia! Jajajajaja ¡ Qué pequeño es el mundo y además está lleno de Andaluces! 🙂

Y esto fue todo nuestro primer día en Chile. ¿Os venís con nosotros? ¡Quedan 15 más!