Huesitos Caseros

¿Qué tal lleváis el fin de semana calderer@s?

Os traigo hoy una recetita dulce, por si no tenéis nada que hacer esta tarde y os apetece echar un ratito en la cocina.

La idea la vi por primera vez en el blog de Mayte en la Cocina, y me llamó la atención porque aunque yo no soy nada dulzona, los huesitos si que hubo un tiempo en el que me gustaban. Y como los personajillos que me rodean sí que demuestran cierta pasión por el chocolate, pues me decidí a probar a hacerla cambiando un poco los ingredientes.

Mis conclusiones sobre la receta son las siguientes:

Muy dulce para mi gusto. Por eso usé un chocolate negro foundant en vez de el chocolate con leche que sugería la receta original. Pero tendría que haberlo diluido con más leche, porque el foundant es quizás demasiado denso y a la hora de bañar los huesitos se deforma la capa de galleta.

Sin embargo los “chocoholic” que los han probado dicen que están buenísimos, y que no pueden comerse sólo uno, que el mínimo es cuatro.

Entonces, resumiendo. Si sois chocolateros, adelante. Si no, mejor de postre os tomáis solamente un té.

Ingredientes: (para 30 huesitos)

• 40 obleas de helado
• 1 tableta de chocolate fondant
• leche
• 75gr de almendras crudas sin salar (se puede hacer con cualquier otro fruto seco sin sal que nos apetezca).
• 100gr de crema de cacao (yo usé la de intermón oxfam)

Elaboración:

En primer lugar ponemos las almendras en un mortero y las machacamos hasta reducirlas a una pasta fina.

Hay que tener cuidado de que no se nos queden trozos grandes porque esto dificultará que se peguen las capas de oblea luego.

A continuación mezclamos bien la crema de cacao con las almendras machacadas hasta conseguir una pasta homogénea. Con la ayuda de un cuchillo extendemos la pasta por las primera capa de oblea.

Repetimos la operación 2 veces más, dejando la cuarta oblea sin untar. Las metemos en el frigorífico una media hora para que sean mas manejables.

Transcurrido este tiempo, las sacamos del frigorífico y las partimos en tres trozos con un cuchillo de sierra para evitar que se partan.

En un cazo derretimos ahora el chocolate a fuego lento y añadimos leche al gusto dependiendo de la cremosidad que queramos en el chocolate. Cuando tengamos el chocolate listo vamos bañando los huesitos con ayuda de unas pinzas.

Cuando los tengamos todos bañados los metemos en el frigorífico durante aproximadamente una hora, para que tomen consistencia, y ¡ya está! Tenemos huesitos caseros para merendar o para desayunar al día siguiente, aunque conforme pasan los días, la galleta exterior se va humedeciendo y pierde la textura crujiente. (¿A alguien se le ocurre algún truquito para que esto no pase?)

¡Que aproveche!