Parque Nacional del Estany de Sant Maurici. Itinerario circular.

Esta fue nuestra última gran excursión por los pirineos, un broche de oro para una semana increíble.

Como en el resto de los parques que hemos visitado en este viaje, la entrada con vehículo privado está prohibida. Una vez más, son taxis todo terreno los que nos llevarán hasta donde queramos empezar las excursiones. En el caso de Sant Maurici, te llevan hasta el mismo lago, o incluso si queremos hasta el siguiente lago de la ruta, el de la Ratera.

Itinerarios Sector Sant Maurici
Itinerarios Sector Sant Maurici

Desde el punto de vista del excursionista, no mola nada que estés subiendo un desnivel fuertecillo en mitad de un bosque precioso, y que de repente empieces a escuchar el ruido del motor de los taxis, y finalmente cuando termina el sendero y se llega a la pista forestal, te toque ir tragando el humo que el taxi va dejando. Pero por ejemplo para alguien con alguna minusvalía o con una lesión que le impida andar (jeje, no, no me doy por aludida) o con niños pequeños pues es una forma de poder ver este otro lago, que es una maravilla y que de otra forma no podrían alcanzar.

En nuestro caso nos decantamos por hacer el itinerario circular (nº 2 en el mapa de itinerarios) Estany de Sant Maurici – Cascada de Ratera – Estany de
Ratera – Mirador del Estany – Estany de Sant Maurici que tiene unos 300 metros de desnivel (aunque parecían bastante más) y que aunque está indicado como un itinerario de dificultad baja, nosotros la pondríamos como de dificultad media-baja, pues una de las fajas que se recorren es bastante estrecha y con cantos rodados que en un momento pueden hacerle a uno resbalar. Son unas tres horas de camino, aunque nosotros lo hicimos en algo más de 4.

Estany de Sant Maurici
Estany de Sant Maurici

Nosotros hicimos la tontería de subir hasta el parking del Prat de Pierró con el coche y desde allí pedir el taxi. El taxi viene desde Espot, y el precio es el mismo desde el pueblo que desde el parking. Con lo cual, si subes hasta arriba, aparte del precio del parking tienes que pagar el de la gasolina de tu coche. Realmente no merece la pena. Además, hay que esperar a que alguno de los taxis que suben de Espot lleven plazas libres suficientes para las personas que vengáis en el grupo, ya que se empiezan a llenar abajo en el pueblo. El personal de la caseta de información del aparcamiento contactará con la central de taxis para indicar el número de personas que vais y os pide el taxi ella misma, pero realmente se tarda más esperando el taxi arriba tomándolo abajo. Cuando por fin llegó nuestro taxi, nos montamos y yo tuve la suerte de ir en el asiento del copiloto, con todo el espacio del mundo para mi dolorida rodilla.

San Maurici desde el sendero a la cascada de la Ratera
San Maurici desde el sendero a la cascada de la Ratera

Nos bajamos prácticamente en la orilla del lago Sant Maurici, donde, a pesar de que aún era (relativamente) temprano había ya un montón de gente alrededor del lago, o comenzando excursiones.

Este trayecto del camino está muy masificado, con todo tipo de excursionistas, desde los montañeros más serios que van a subir al refugio de Amitges o a Portarró, a los senderistas como nosotros, pasando por familias grandes y pequeñas, grupos de señores mayores, grupos de amigas haciéndose fotos, etc. En esta parte de la senda, los caminantes son casi tan pintorescos como el paisaje. Sin ir más lejos yo misma debía de ser una rara visión pues la gente me vería joven y fuerte, y llevaba el paso de los señores mayores con bastón pues necesitaba ir calentando la rodilla muy poco a poco. De hecho hubo parte del trayecto que hice yo sola para ir adelantando camino mientras mi compañero se echaba protección contra el solano que prometía pegar duro. Aunque pronto me alcanzó de nuevo.

El principio del sendero va a través de una zona boscosa por lo que el sol aún no era un problema, pero poco después lo sería.

El lago tiene unos 1.100 m de largo por unos 200 de ancho, y aunque es un lago natural, la mano del hombre agrandó su volumen, gracias a una pequeña presa construida para aumentar su capacidad.

Después de unos 20 o 30 minutos se llega a la cascada de Ratera, que es donde la mayoría de la gente se da la vuelta para volver al lago San Maurici, hacer un picnic y tomar el taxi de vuelta a Espot.

Zona boscosa
Zona boscosa
Cascada de Ratera
Cascada de Ratera

Este es el primer punto de filtrado de la ruta, pero aún continúa bastante gente hasta la siguiente parada, ya que aunque la subida es pronunciada, no es muy larga y la verdad es que lo que encuentras, realmente merece la pena.

Estany de la Ratera
Estany de la Ratera

Al llegar a este punto, dejamos atrás la zona boscosa y la primera ascensión con lo cual decido que es mi turno para la crema del sol, y así aprovechar para descansar un rato. Es entonces cuando nos damos cuenta de que uno de los botes de crema del sol se quedó abajo en una roca apartada del camino cuando mi compañero la usó. Por suerte, llevamos otro de más protección que iba con nosotros. Este es el segundo punto de filtrado de la ruta. Aquí mucha gente hace un picnic (el lugar invita a ello) y vuelve a bajar a la cascada y de vuelta al lago, o sencillamente toman un taxi de vuelta al aparcamiento o a Espot. Algunos otros se desvían a senderos más serios. Aún así, unos 5 o 6 grupos de personas continuamos por la ruta circular.

Turbera junto al Estany de Ratera
Turbera junto al Estany de Ratera

Durante un rato el camino es llano y muy bonito, pasando por una zona de turba. Desde este punto sale el sendero que sube al refugio de Amitges por el que la ruta se pone un poco más seria. Nosotros no tomamos ese camino sino que seguimos la curva hacia el sur que lleva al mirador del Estany.

Las vistas desde el mirador son espectaculares, con la silueta de Els Encantats vigilando el valle. El mirardor es un punto al que se llega y del que hay que retornar, volviendo unos metros sobre nuestros pasos para empezar a tomar una estrecha faja que bordea una ladera.

Mirador del Estany
Mirador del Estany
Faja por la que continua el sendero después del mirador
Faja por la que continua el sendero después del mirador
Vista del Estany desde la faja
Vista del Estany desde la faja

Después de este punto el camino empieza el proceso de bajada y fue cuando volvieron los problemas para mi. Después de un buen rato de bajada decidimos parar a comer en un precioso sitio con sombra justo al lado del camino desde el cual teníamos a la vista a Els Encantats.

Un alto en el camino.
Un alto en el camino.

Cuando continuamos el camino, otra vez continuó el pronunciado descenso, aunque por lo menos el camino de nuevo se iba encerrando en una zona boscosa que nos protegía del sol y de el calor.

A partir de este punto bajamos muchísimo el ritmo pues yo no podía bajar a mucho ritmo, así que paradógicamente, esta fue la parte del trayecto que más tardamos en realizar.

Finalmente llegamos de vuelta al lago, pasando por detrás de la presa del mismo, y mientras yo me quedé tirada en el suelo descansando rodillas y piernas, mi intrépido compañero corrió a volver a comenzar la ruta en busca del bote de crema perdido. Después de un rato apareció triunfante tras una roca sosteniendo el bote en alto, aunque no completo del todo pues al ir a cogerlo no vio una rama seca que le hizo un corte en la pierna derecha por encima de la rodilla.

Para conseguir un taxi de vuelta, tuvimos toda la suerte del mundo pues resulta que había dos taxis parados, uno de 6 y otro de 8 personas, que no iban a salir hasta que no estuviesen completos, y había un grupo de 4 personas y una familia de 5, que no quería viajar separados y por lo tanto no podían bajar hasta que no llegase el número exacto. Fue aparecer nosotros, y los del grupo de 4 dijeron, triunfao, nos vamos en el de 6. Nosotros que no sabíamos de qué iba el tema, los seguimos al taxi, cuando de repente escuchamos al padre de la familia que esperaba se quejaba al otro taxista de que si no venía un grupo de exactamente 3 personas ellos nunca iban a poder bajar y se iban a tener que quedar allí, como había pasado en este caso a pesar de que ellos ya llevaban un buen rato esperando. Pero lo dijeron con toda la razón y además a la vez nos decían que no era por nosotros, y que nosotros nos fuésemos.

Después de nuestro último día de magia pirenaica nos montamos en el coche y emprendimos el camino de vuelta al sur,  con toda la penica del mundo típica de la vuelta a casa después de un viaje tan corto, aunque ya con necesidad de parar el ritmo porque realmente mi rodilla no podía más.

Paramos en Balaguer a tomar algo, con la intención de dormir allí. Pero una vez dentro de la ciudad, no lo vimos nada claro, y decidimos continuar.

Finalmente nos alojamos en el Hotel Picnic, en la localidad de Vilanova de la Barca, a 20 minutos de Lleida, donde nos dieron una estupenda habitación cuádruple, con un colchón de visco-elástica en la cama de matrimonio y otras dos camas más individuales, por 18,5€ cada uno. El hotel es un tanto sórdido y se ven personajes muy peculiares, pero  las habitaciones sorprenden, y se come barato y bien. Para una noche de paso era más de lo que podíamos pedir.

Al día siguiente nos esperaban casi 900 kilómetros  en el regreso a casa, aunque hicimos una improvisada parada en Belchite para conocerlo. Pero nuestra aventura pirenaica había llegado a su fin.

10 Comments

  1. Espectacular, digno para terminar el viaje. ¡Me ha encantado al completo!! Gracias por compartirlo…

  2. Lo tuyo ha sido un propósito conseguido y un esfuerzo tanto físico como psicológico con tu lesión de rodilla. Enhorabuena por esa fuerza y por el relato de tus excursiones, que sin duda nos resultarán muy útiles en el futuro. ¡Gracias!

  3. Guapa! con las fotazos que haces en tus viajes y lo bien que los explicas bien podrías montar una guia de viajes de interesantes lugares dentro de la península!

  4. Sí señora, algo hay que montar 🙂
    Encontramos mucho más calor de lo que esperábamos, pero… muy bonitos los Pirineos. Y este parque nacional es un lujo, donde te puedes adaptar la dificultad y hacerle varias visitas. Así que… habrá que volver!

  5. ¡Qué bien! He conseguido terminar la narración del viaje. Me ha encantado, guapa. Estos últimos paisajes me recuerdan a la peli del oso que nos regalaron en el Telepizza jejeje
    Me alegro muchísimo de que ahora tu rodilla esté casi repuesta. TQ

    Señor Luis M. Granados, es usted muy guapetón, al menos en la foto 😛

  6. Precioso lugar. Aunque me pilla un poco lejos jejeje. Pero es una buena alternativa para poder disfrutarlo si se va por la zona.
    Una cosa que te quería comentar y que al no tener otra forma de contacto contigo lo hago por aquí 😉 Como comentaste en el post del sorteo, supuse que tenías interés en participar, pero no tengo ni tu correo (el cual es necesario para ponerme en contacto con el ganador) y tampoco te he encontrado en el Facebook de Viviendo entre plantas (si tienes un nombre diferente al del blog avisame que lo mismo he metido yo la pata jeje). Por lo que por fis, añade ambas cosas porque sino, por cuestión de respetar las bases del sorteo, no te puedo añadir entre los participantes. Muchas gracias. ^^

  7. Pingback: 10 cosas que ver y hacer en los Pirineos | El Caldero de Nimuë

  8. Ésta fue mi primera ruta senderista en familia, allá en junio del 2011. Lo describes tal cual lo viví yo, aunque tomé el taxi directamente en Espot. Es verdad que en Sant Maurici encuentras gente de lo más variopinto, desde montañeros preparados hasta gente con chanclas. La cascada de Ratera parecía el Corte Inglés el primer día de rebajas. Más arriba, hacia el lago de Ratera, mucha menos gente, lo que me hizo ver ese lago como un lugar idílico. Tal fue así que allí comimos los bocadas mientras una pajera de ánades reales se exhibían delante nuestro. Luego de ahí hasta el mirador, casi nadie. La idea era volver por la faja, pero había leído que no era un tramo muy fácil y no todos nosotros estábamos en buen estado de forma. Además, empezaban a oirse truenos, y todo el mundo sabe que cuando truena en el Pirineo… Total, que volvimos hasta Sant Maurici por la pista por la que pasan los taxis que llevan a Amitges.

    Aquí está mi crónica de aquella excursión: https://fotohiking.com/sant-maurici-ratera-lugar-cerca-cielo/

    • ¡Hola SantiMB!

      Muchísimas gracias por compartir tu experiencia. La verdad es que sí. A veces hay que aislarse un poco de lo que te rodea para poder disfrutar de las rutas que son populares y que, como tú dices, parecen el Corte Inglés en rebajas (jajaja me ha encantado la expresión). Pero haciendo un pequeño esfuerzo extra en esta zona se puede disfrutar también de tranquilidad y de la grandeza natural de este parque.
      Ahora mismo voy a ver tu crónica. ¡Un abrazo!

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