Iglésias Románicas del Valle de Boí

Parece irónico que el único día que no planteamos hacer ninguna ruta, fuera precisamente el día en que terminé de fastidiarme la rodilla, y a partir del cual tendríamos que cambiar el ritmo y los itinerarios del viaje.

Mapa de iglésias románicas del Valle de Boí
Mapa de iglésias románicas del Valle de Boí

De camino al Parque Nacional de Aigüestortes se encuentra el Valle de Boí, con su conjunto de iglesias románicas que han sido designadas patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Se trata de 9 iglesias repartidas por todo el valle, en distintas localidades, aunque en el caso de Durro y Taüll, encontraremos dos iglesias en el mismo pueblo.

Estas localidades están relativamente cerca entre sí, por lo que visitarlas todas puede plantearse como una excursión de un solo día. Además, para los entusiastas del arte románico, se pueden visitar  otras iglesias románicas en el área, aparte de las que son patrimonio de la humanidad.

Si se tiene intención de visitarlas todas conviene adquirir un bono que permite la entrada a todas las iglesias, y que en el momento de nuestra visita costaba 9 € por persona. La entrada a cada una de las iglesias por separado cuesta entre 2 y 3 euros. El bono incluye también la entrada al Centre Romànic en Erill La Vall.

Nosotros no pensábamos visitarlas todas por dentro sino más bien hacer una visita de pueblo en pueblo para llevarnos una idea del carácter del valle. Tan sólo teníamos intención de visitar Sant Climent de Taüll y la iglesia de Santa María, en la misma localidad cuya entrada es gratuita (¿porque está de reformas?). Para nosotros esta jornada, era una forma diferente de acércanos a nuestro siguiente destino, Taüll, que sería nuestra base antes de la puerta de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes.

Iglesia de Santa María de Cardet
Iglesia de Santa María de Cardet
Cardet
Cardet

Nuestra primera parada fue en Cardet, una minúscula localidad a la que se accede por una carreterita bastante estrecha. Se nota que no es una vía que soporte mucho tráfico pues de otra forma se habrían puesto medios para mejorar el estado del firme, que es nada más que regular. Por suerte, son apenas 500 metros.

El pueblo es entero de piedra vista, una pasada. Muy típico de la zona. Te pierdes un poco por sus calles y en seguida tienes unas vistas espectaculares de la Noguera de Tor y del valle.

La perspectiva que podemos tener de la iglesia desde aquí no es muy buena, y aunque la puerta está abierta, cuando nos acercamos para curiosear por dentro para hacernos una idea de si queríamos entrar o no, la señora de la entrada nos cierra la puerta en la cara para que no veamos el interior de la iglesia, gesto que nos resulta bastante feo y por el cual decidimos que no íbamos a visitar todas las iglesias, especialmente si no eramos bien recibidos.

Decidimos igualmente no ir a Durro, pues la carretera según nuestro mapa, era también bastante mala y más larga que la de Cardet, y como no sabíamos qué nos íbamos a encontrar una vez allí, decidimos ir a las que estaban más accesibles ya que no queríamos llegar muy tarde a Taüll para poder buscar un camping donde pasar la noche. Quizá la opción más acertada habría sido no subir a la de Cardet e ir directamente a ver las de Durro, pero en aquel momento, no lo sabíamos.

Nuestra siguiente parada fue por tanto en Barruera, para ver la iglesia de San Félix.

Iglesia de San Félix. Barruera.
Iglesia de San Félix. Barruera.

Barruera es bastante grande, comparado con el pueblecito que acabábamos de visitar. Tiene comercios, restaurantes, un Intersport para equiparse para la montaña en el último momento y una farmacia que al día siguiente visitaríamos para comprar Reflex, para que la rodilla me aguantase las marchas, aunque eso todavía no lo sabíamos.

Un rincón de Barruera
Un rincón de Barruera

Nos dimos una vuelta por el pueblo, pues nos llamaban la atención sus calles empedradas y sus casas montañesas también de piedra y adornadas con geranios de colores. Nos recordaban un poco a los pueblitos de la Sierra Tramontana en Mallorca.

Después del paseo, se imponía un descanso para una cervecita en una de las terrazas que hay al pie de la carretera LV-5000, que atraviesa Barruera y acaba en la entrada al Parque Nacional.

Tras el descanso continuamos nuestro camino hacia Erill la Vall.

En esta localidad, donde había mucho movimiento, queríamos ver la iglesia de Santa Eulália, y fue precisamente a los pies de ésta, haciendo el payasete saltando delante del objetivo de la cámara de mi compañero para estropearle una foto, donde caí malamente sobre la rodilla derecha y me dí cuenta de que me había fastidiado lo que quedaba del viaje, y parte del resto del verano.

Iglesia de San Eulália. Erill La Vall
Iglesia de San Eulália. Erill La Vall

Supongo que si no hubiera sido así, habría sido de cualquier otra forma pues la rodilla ya llevaba avisando desde el primer día, pero el caso es que aquel día acabé que casi no podía andar.

Santa Eulália
Santa Eulália

Por un momento pensamos comer allí mismo, pero yo tenía la necesidad de probar hasta cuanto daño me había hecho realmente, y al final decidimos continuar. Ya en el coche me dí cuenta de que la cosa iba en serio y de ahí fue de mal en peor.

Iglesia de San Juan de Bohí
Iglesia de San Juan de Bohí

La siguiente parada era en el pueblo de Boí. Y la siguiente iglesia la de San Juan. La iglesia tiene un marco y un fondo incomparable. Son lugares que merece la pena visitar aún si uno no tiene mucho interés en el arte románico, pues de alguna manera, tienen un carácter especial.

En Boí se encuentra también el punto de información del Parque Nacional, y el puesto de información sobre el horario de los taxis que llevan al parque, (una vez más, la entrada con vehículo privado está restringida). Pero no se nos ocurrió preguntar ahora, y lo dejamos todo para más tarde.

Frescos exteriores de la Iglesia de San Juan de Boí.
Frescos exteriores de la Iglesia de San Juan de Boí.
San Juan de Boí
San Juan de Boí

Después de visitar la iglesia, volvemos al coche que habíamos dejado en el amplio aparcamiento público que hay en la entrada del pueblo, pero yo me doy cuenta de que bajar me molesta cada vez más, así que me quedo en la carretera esperando a que me recojan, y pensado que peligran las rutas de los siguientes días.

Seguimos adelante hacia nuestra última parada: Taüll. Boí y Taüll están separados por apenas 4 kilómetros de curvas en una carretera ancha y bien asfaltada, por lo que no da mucha pereza subir y bajar si uno necesita ir por algún motivo.

Taüll
Taüll

Taüll es muy bonito encaramado a la montaña y con las torres de sus dos iglesias sobresaliendo por entre los tejados de piedra y pizarra, pero es en Boí donde está el centro de información del Parque Nacional y los taxis, y en Barruera dónde está la farmacia y los comercios. Así que si uno pasa unos días en la zona al final hará varios viajes de un pueblo a otro.

Antes de subir a Taüll a comer y a visitar las iglesias paramos en el camping donde nos alojamos esa noche. El Camping Taüll se encuentra en la misma carretera que sube hacia el pueblo, a mano derecha, con una entrada un poco brusca de modo que si no se está uno atento lo podemos pasar de largo, (sobre todo si venimos de Taüll bajando, pues no se ve el cartel de la entrada).

Camping Taüll (by Luisma)
Camping Taüll (by Luisma)

Tienen varias zonas de acampada y otra de bungalows. La zona de acampada que elegimos nosotros estaba muy bien, una pradera extensa en la que poner la tienda donde uno quiera. Lo malo es que la sombra solamente estaba en los bordes. Lo bueno, que no había apenas gente y realmente conseguimos un sitio estupendo, con un tocón de madera al lado de la tienda donde nos podíamos sentar cuando estábamos fuera.

Lo que no nos gustó mucho fue el trato de las chicas del camping, que no es que fuera malo, pero nos dio un poco la sensación de que pasaban de  nosotros.

Por ejemplo le preguntamos nada más llegar por donde salía el sol, para poner la tienda, y nos dijo una dirección diferente a la que era realmente. También le preguntamos por la wifi, y le preguntamos si tenía clave, y nos dijo que no. Cuando no podíamos conectarnos empecé a mirar por el salón/cafetería del camping hasta que encontré un papelito pegado en la pared con la clave de la wifi. Quisimos desayunar y nos dijo que solo podía ponernos café, (aunque había un cartel que ofrecía café y magdalenas como desayuno).

Quizá también fue mi sensación personal, pues estaba de mal humor porque me dolía cada vez más la rodilla y la pierna entera, y tenía la paciencia un poco justilla, porque en realidad estuvimos a gusto.

Casa en Taüll
Casa en Taüll

Comimos en Taüll donde otra vez nos llamó la atención que no era frecuente encontrar restaurantes con carta, si no que todo era con menú. Al final encontramos un sitio donde pedir platos sueltos, el restaurante La Bordeta, pero teniendo en cuenta que las ensaladas mismas rondan los 9 o 10 euros, realmente no sale económico pedir platos sueltos, aunque sea mucha menos comida la que pidas.

Lo que pasa es que pedir dos menús para dejarnos la mitad de las cosas, o comer de más y luego estar pesados y soñolientos la mitad de la tarde pues no nos apetecía. Así que al final nos decidimos por la opción más ligera, aunque fuese la más cara. Ahora, eso sí, la comida estaba espectacular.
Lo único malo era la compañía de las avispas, que parecía que siguiésemos comiendo tirados en el campo junto a un arroyo.

Después de comer empezaron las visitas a las iglesias.

Primero a Santa María, que es gratuita y abría a las 4. Está más alejada de la entrada del pueblo que Sant Climent y también es más pequeña.

Fresco del ábside de la iglesia de Santa María de Taüll
Fresco del ábside de la iglesia de Santa María de Taüll
Fresco del ábside de la iglesia de Santa María de Taüll
Interior de la iglesia de Santa María.

En el interior de esta iglesia se está llevando acabo una restauración. Quizá por eso la entrada es gratuita. Los frescos del interior, son una preciosidad, aunque nos decepcionamos un poco al saber que son una copia moderna, y que los frescos originales tanto de esta capilla como de Sant Climent fueron arrancados y están hoy día en el museo nacional de arte de cataluña, en Barcelona.

Exterior iglesia de Santa Maria
Exterior iglesia de Santa Maria

Volviendo sobre nuestros pasos, regresamos a la entrada del pueblo para visitar ya como colofón a nuestro día de románico catalán, la iglesia de San Clemente de Taüll.

Al contrario que las otras iglesias que hemos visitado que estaban desiertas, en Sant Climent de Taüll hay bastante gente entrando y saliendo. Por suerte, entre los que están saliendo se encuentra un grupo enorme que se sube a un autobús, ¡menos mal! porque la iglesia no es muy grande.

Exterior iglesia Sant Climent de Taüll
Exterior iglesia Sant Climent de Taüll

El interior de la iglesia tiene una iluminación artificial mínima, lo que permite que se pueda apreciar los distintos juegos que hace la luz de la tarde al colarse por los ventanucos abiertos en la piedra.

Interior iglesia Sant Climent
Interior iglesia Sant Climent

Nos sentamos en los bancos a contemplar los frescos (aunque no son los originales) en aquella luz y nos relajamos un poco.

La entrada, que nos ha costado 3€ a cada uno, incluye la visita y el ascenso, si uno tiene ganas de subir escaleras, al campanario de la iglesia.

Y es verdad que yo llevo una rodilla chunguilla, pero una vez que estábamos allí y encima habiendo pagado por ello….¡cómo no iba a subir!

La subida no es para todos los públicos, pues se trata de unas escaleras verticales de hierro de peldaños estrechos aunque con unas barandas de agarre en los laterales.

Había gente que subía con niños, aunque en un momento dado puede ser peligroso, incluso para los adultos. ¡Cuidado con la cabeza no te des en la campana! 🙂

Taüll visto desde el campanario de Sant Climent
Taüll visto desde el campanario de Sant Climent

Una vez terminada nuestra visita a las iglesias y nuestro paseo por el pueblo decidimos volver al camping a ducharnos y volver a Boí a intentar recopilar información para nuestra ruta del día siguiente, pues tal y como estaban las cosas nos hacía falta una rutilla corta y que no fuera muy exigente.

Peeero resulta que La Casa del Parque cierra a las 17:45 ¡incluso en verano! Así que bajamos para nada porque nos enteramos también de que no hay farmacia y que hay que ir a Buerba. Volvemos a subir y nos vamos la sala común a hacer uso de la wifi, y encontramos los folletos que necesitábamos en formato digital y planeamos nuestra ruta.

Organizado nuestro día siguiente, volvimos a subir a Taüll, andando pues el camping está realmente cerca del pueblo . (Luego me arrepentí porque el acceso al camping son cuestas muy pronunciadas y bajando veía las estrellas)

Sopa de Cebolla Gratinada
Sopa de Cebolla Gratinada

Estuvimos dudando dónde ir a cenar, pues nos apetecía cenar tan solo una sopita, pero una vez más en todos sitios lo que se estilaba era el menú. Al final nos decantamos por uno al que le vimos que tenía sopa de cebolla y escudella (sopa típica catalana) en el menú. Las camareras fueron super amables y nos dijeron que sí solamente queríamos una sopa se nos cobraba por separado. Es curioso porque este restaurante, llamándose “Sant Climent” tenía toda la pinta de ser el más caro de todo el pueblo, y sin embargo, por fin pudimos cenar calentito, lo justo y barato.

Había oído hablar de la sopa de cebolla gratinada, pero aún no la había probado. (Mi madre siempre la ha hecho sin queso, y yo como ella) Y la verdad es que estaba espectacular, me sentó de maravilla y me dio ánimo para enfrentar el camino de vuelta al camping.

Antes de tomar la carretera nos paramos otro rato delante de Sant Climent. La verdad es que había sido un bonito día visitando La Vall de Boí.

19 Comments

  1. Esta ruta sí que tengo que hacerla absolutamente. Era una de las paradas previstas de nuestro viaje, pero como sabéis, no llegamos a tanto y se quedó pendiente. Pero me encanta el arte románIco y me encantaría ver esas preciosas iglesias. Como siempre, preciosas las fotos.

  2. De pequeña en una excursión del cole fuimos a Taül, y aún recuerdo las escaleras de la torre, jejeje. Por entonces no sabía valorar el arte románico, y eso que todas las excursiones eran para lo mismo…. ahora añoro todo esto. Increíbles las fotos!!

  3. Que pasada. Me gusta mucho el romanico y disfruto mucho yendo a Zamora por todo el románico allí “amontonado” pero esos campanarios y esos frescos son todo un lujo. Tengo que apuntarme una ruta por toda esa zona. ¡¡Preciosa la iglesia de Taüll. Gracias por compartirlo.

  4. No sé si después de este reportaje del Románico del Valle de Boí, renunciaré a mi visita a la zona, (ja,ja, es broma), pero que maravilla de descripción, y de fotos. Gracias, como siempre, por llevarme. T. Q, Dad.

  5. Despues de leer tranquilamente tu preciosa relato sobre el viaje, continuo pensando que no conocer esta zona de España donde el arte romanico esta tan vivo como si el tiempo no hubiera pasado es tan incomprensible como vivir en el Cairo y no conoce las piramides. El tema del trato personal es otra cosa, como en todos sitios hay gente y gentuza. Esa fue la unica pega que encontramos en nuestro viaje a Cataluña hace años, el trato degradante de sus habitantes (de algunos). Las fotos son de concurso. Enhorabuena

  6. Qué guay. ya podías haber tenido estas fotos cuando estaba sacándome la carrera 😛
    Creo que la próxima vez que pueda hacer un viaje por España, directamente me vendré a tu blog, a elegir destino 😀

  7. Muy interesante y muy bien detallada, os dejo un enlace a otra ruta del románico en el Valle de Boí por si os interesa.

  8. Pingback: 10 cosas que ver y hacer en los Pirineos | El Caldero de Nimuë

  9. Como te he comentado en el post de la Ruta de la Nutria de Aigüestortes, este fin de semana he estado en Vall de Boí, y cómo no, me he recorrido las iglesias románicas Patrimonio de la Humanidad. Decir que los precios han subido desde el 2012, y que en Sant Climent de Taúll hacen una proyección de las pinturas originales completas del interior de la iglesia. Es espectacular, aunque no la he visto en persona porque de hecho no visité el interior de ninguna de las iglesias salvo la de Santa María de Taüll, que sigue siendo de acceso gratuito.

    Una pena que no hayáis ido a Durro. Mi visita coincidió con las fiestas del pueblo, el 8 y 9 de septiembre. La carretera de subida es algo más larga y mejor que la de Cardet, aunque estrecha y con muchas curvas. Casi arriba me vi bloqueado por el descenso de un infinito rebaño de ovejas transhumantes que bloqueaban toda la carretera. Pasaban a ambos lados del coche muy apretadas, y lo zarandeaban con sus empujones mientas no paraban de aparecer más y más cabezas a lo lejos. Eso sí, me dejaron los laterales del coche brillantes. Una vez arriba está la iglesia de La Nativitat, muy parecida a la de Erill La Vall con su porche lateral. Cruzando el publo de Durro se llega a una estrecha carretera que lleva a la otra iglesia en un paraje incomparable, la de Sant Quirc de Durro, en lo alto de la montaña desde la que se ve Durro, Erill la Vall y Barruera, y desde donde queman las fallas la noche de de Sant Joan. Para quien no lo sepa, las fallas de Vall de Boí son una tradición que es Patrimonio de la Humanidad y que consisten en hacer un fuego en lo alto de una montaña, al que llaman “far” (faro), y allí prenden las fallas, unas teas de madera de pino a modo de antorchas gigantes y que luego cargan al hombro y bajan por la montaña, de noche, hasta la plaza del pueblo. Cada uno de los pueblos de Vall de Boí celebra sus fallas en días diferentes, empezando Durro en Sant Joan y acabando Taüll a mediados de julio.

    Bueno, y no me enrollo más. Sólo decir que volví encantado de Vall de Boí.

    Saludos.

    • 😱😱 woooow….¡lo que estoy aprendiendo con tus aportaciones, SantiMB! No tenía ni idea de esta tradición que describes, pero debe ser realmente impresionante ver un faro de fuego en la montaña!! Leyendo tu descripción, me dan, muchas, pero muchas ganas de volver a visitar toda la zona. Para mi es difícil poder escaparme en las fechas de San Juan…pero todo se andará. ¡Gracias por tu tiempo y tus consejos!

      • Más espectacular que el fuego en lo alto de la montaña es ver la “serpiente de fuego” que baja desde ella. Esas fallas que cargan al hombro pesan bastante y van soltando chispas con la carrera montaña abajo mientras corren los mozos. Afortunadamente no hay peligro para el monte ya que por el trayecto no hay árboles. Aquí tienes un vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=C8UZRq9KxWI

        • ¡Gracias! ¡Qué ambientazo! Realmente me encantaría conocer de cerca esa celebración.

          • Hay un programa en TV3 que se llama “El Foraster” en que el presentador viaja en cada capítulo a una población de menos de 1.000 habitantes y se queda 48 horas para conocer a gente y costumbres del pueblo mientras pasea por sus calles y lugares (creo que quieren adaptar el formato a alguna cadena de TV de ámbito estatal). Pues para Vall de Boí tuvieron que dedicar dos capítulos, y en uno de ellos el presentador participa en las fallas de Taüll. Es espectacular la cámara subjetiva corriendo montaña abajo entre las fallas encendidas de los otros mozos.

          • ¡¡Tengo que verlo!! No tengo tele, pero seguro que se puede encontrar por internet. Una vez más, ¡gracias por la info!

          • Éste es el vídeo.de ese capítulo. La parte de las fallas de Taüll empieza en el minuto 30:33 (ya empieza aquí mi enlace). Es en catalán, pero las imágenes y la fiesta hablan por sí solas, es lenguaje universal: https://youtu.be/E8IYqO4JrrU?t=30m33s

          • 😍😍😍 ¡¡Graciaaaaas!! En cuanto pueda lo veo!

  10. Soy yo de nuevo, sólo añadir un par de cosas más, aunque no tengan que ver con el románico:

    1.- Visitar los manantiales de Caldes de Boí, por la misma carretera que sube desde Barruera, pasado el desvío a Boí y el aparcamiento de Aigüestortes. Hay 37 manantiales naturales con aguas que salen entre 4ºC y 56ºC.
    2.- Ver el reflejo del valle en el Pantano de Cardet, también llamado Salencar de Barruera. Está un poco escondido el acceso, cerca del desvío a la carretera de Cardet, al lado de la alambrada de Enher.

    Saludos.

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