Cuenca: Los Callejones de las Majadas (y final del viaje)

Entre la Ciudad Encantada y Los Callejones de las Majadas, para nosotros la diferencia principal fue tener el estomago vacío en lo uno y bien llenito en lo otro.

Como este era nuestro último día, decidimos darnos el homenaje y probamos platos a la carta, en vez de menu o bocadillo. Trucha del lugar y Revuelto de morcilla, acompañadas de unas migas con huevo y uvas. Espectacular. El problema…. ¡ponte a andar luego por el monte! Pero aún así, mereció la pena.

Los Callejones de Las Majadas tienen un origen similar al de la Ciudad Encantada y un gran parecido con esta, solo que los Callejones son más pequeños en extensión pero de belleza igual o superior a la Ciudad Encantada. Y lo más importante: la visita es GRATIS.

Para llegar a los callejones hay que tomar también la carretera de Tragacete, en dirección a Las Majadas. Y por el camino encontramos las indicaciones que llevan a la explanada donde dejar el coche si vamos en vehículo propio. No sé si llegan autobuses hasta allí, pero sé que hay gente del pueblo de las Majadas que se ofrece para llevar a la gente en jeep.

Y como ya comenté en la entrada anterior que me había parecido que el recorrido estaba un poco más currado que el de la Ciudad Encantada, os voy a dejar con una ristra de foticos, para quien las quiera ver. La verdad es que los dos sitios son lugares mágicos donde disfrutamos un montón del aire, la roca, la tierra, el viento, y en los callejones de las majadas también del silencio que en realidad está lleno de pequeños sonidos.

Después de los callejones, decidimos ir a Los Miradores, donde hay unas vistas espectaculares del cañón del río Jucar. Se llega por una pista de tierra que parece que no va a llegar a ningún sitio, pero al final, se llega. Merece la pena ir a ver el atardecer allí.

Espero que las disfruteis. 🙂

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